Matinals de Teatre’2025

Mayo de 2025. Un año más la Campaña de Matinales de Teatro en el Maset de Frater pone punto y final a un reto mayúsculo: Convocar a cientos de alumnos para ofrecerles, no solo la puesta en escena de una representación teatral, sino crear con ellos y junto a ellos, un espacio cómplice de reflexión acerca de la discapacidad.

Sin paternalismo, sin lástima, sin miradas sospechosas. Un ejercicio de cotidianeidad donde la diferencia siempre está presente como un valor a descubrir y valorar. Una manera también de entender las relaciones humanas desde el respeto profundo y la certeza de que cada uno de nosotros somos importantes, vengamos de donde vengamos o tengamos más o menos salud.

Desde estás líneas agradecemos a todos los jóvenes que se han sumado a nosotros en este empeño, a sus profesores, a las personas voluntarias, a nuestros actores y actrices… y a todos los residentes, que sin participar directamente, se puedan haber sentido invadidos en algún momento por una ola de optimismo, solidaridad y alegría.

¡Nos vemos en la Campaña 2026!

Mirar la vida

Sebastián es una persona alegre y querida que vive en el Maset de Frater desde hace ya mucho tiempo. Cuando cae la tarde, aprovecha para colocarse en el lado oeste de la casa, en la terraza del primer piso para, simplemente, ver atardecer.

Así de simple y así de conmovedor. Mientras muchos otros miramos la televisión o el teléfono móvil empeñándonos en querer ver la vida a través de una pantalla, él quiere verla sin artefactos interpuestos.

Estamos convencidos al verle a él mirar el atardecer, que es un ser afortunado. No porque desprecie la tecnología o se evada con el ocaso de los días, sino porqué ha elegido descubrir a diario la belleza que se esconde detrás de cosas, que quizá por las prisas o por la rutina de nuestros quehaceres cotidianos, nosotros hemos dejado de lado.

Una oportunidad viéndole a él para reflexionar sobre el valor de las cosas sencillas y la belleza que nos envuelve, aunque no reparemos en ello habitualmente.

Gracias Tatán por recordárnoslo.