El último día que vine a Frater, vine en el tranvía, y vi que la gente estaba nerviosa, era como si cundiera un poco el pánico. Vi que era algo peligroso el virus, me tapé un poco la boca y la nariz con la braga y la gente me miraba como un bicho raro.
Al volver a casa a partir de ese día ya no volví a salir. Todos los días por la mañana después de hacer la gimnasia me ponía en el balcón a ver pasar la poca gente que había. El silencio era impresionante, se oían los pájaros. Cuando mi hermana se iba a comprar me daba miedo. Por la tarde jugaba al dominó con mi padre y mi hermano. Y algún día hable con los de Frater. Y con mi novia todos los días. A la noche se rompía el silencio con los aplausos. (Víctor)
Yo en casa lo pasaba muy aburrido. Por las mañanas hacía la poca faena que podía hacer y después me ponía a hacer deberes hasta la hora de comer. Después de comer me duchaba y me ponía a hacer puzles de mis sobrinos y sobre las 16,30 veía la novela: Amar es para siempre. A las ocho salía a la ventana a aplaudir. He echado mucho de menos a los compañeros de la Frater. (Sheila)
He estado en casa sin salir, con mis tres sobrinas. He hecho pulseras de hilo, he leído, como no oigo la tele, tengo que hacer cosas para entretenerme. Como no he podido salir de casa hay gente que echaba de menos. No me gusta el virus, me gusta más cuando hace sol. (María)
Yo estaba en casa cuidando al perro, jugando en el ordenador y escuchando música, veía Pasapalabra. Estaba haciéndole compañía a mi madre. Pintando mándalas. Hablaba con Víctor todos los días. Tenía ganas de venir para ver a los compis. (Isabel)
A principio lloraba porque os he echado mucho de menos. Pero luego con la ayuda de mi madre y de mis hermanos lo he sabido encajar. Después de comer dormía la siesta, después salía al balcón a pintar mandalas y luego a las 20h a aplaudir. (Samy)
Comentarios cerrados