Aunque la palabra cuarentena derive de 40 días, en la actualidad un aislamiento preventivo puede variar según el caso (días, meses e incluso años).
El covid-19 nos sorprendió a todos. Por mi parte los primeros 30 días estuve sin salir de casa, es decir no tuve los 40 días. Luego los siguientes 2 meses me alternaba para salir de acuerdo a mis necesidades en casa. Una o dos veces a la semana para mis compras, todo esto acompañado de nervios, incertidumbres, añoranza y dolor. Solo le pedía a Dios y le sigo pidiendo que ese virus se vaya muy, muy lejos y que no vuelva más.
A mediados de junio me comunicaron que ya podía venir a Frater tres veces a la semana. Me emocioné mucho. Sin embargo, no quería volver sino ya hasta septiembre. Pero fue mayor mis ganas de volver a verlos y sentir el calor familiar que sólo recibo aquí.
Ahora he comenzado a venir ya desde el 15 de julio, pero en total fueron 131 días en que los eché mucho de menos. De esta experiencia sólo puedo decir que todos hemos aprendido algo positivo, como valorar esos pequeños detalles que nos alegran la vida, pero que a veces lo dábamos por sentado. Mostrando empatía y humildad ante las adversidades, porque no estamos exentos de sufrirlas. Y a reconocer que el trabajo de un barrendero merece el mismo honor que el de un empresario.
Todos arriesgaron, todos arriesgamos, pero lo importante es que en la unión está la fuerza.
Keyla
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