¡Buenos días!
Con estas sencillas dos palabras, que a menudo pronunciamos como fórmula de cortesía, queremos expresar también nuestro deseo de que la jornada se presente alegre y confiada. Que el día traiga su afán cotidiano, con sus grandezas y estrecheces, con la rutina y lo inesperado.
Nos lo deseamos los unos a los otros, no importa incluso si conocemos a la otra persona o no. Deseamos simplemente comunicar que seguimos vivos y que ese sentimiento queremos hacerlo extensivo a quienes nos rodean. Nada más y nada menos.
Por todo eso por sabernos y vivos y desear la vida para los demás, ¡Buenos días!
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