El viernes 30 y sábado 31, hemos celebrado un año más el retiro de Pascua con el objetivo de renovar nuestra experiencia personal y colectiva de encuentro con Jesús, tratando de vivir nuestra fe encarnada en la realidad. Compartiendo las celebraciones litúrgicas con la comunidad parroquial de Sant Pere del Grau, nos hemos sentido apasionados por la vida, descubriendo al tiempo a todos los crucificados de la historia y desde la perspectiva de la resurrección, profundamente esperanzados gracias a la experiencia liberadora de la fe y el servicio a la causa de los pobres y los excluidos. Una oportunidad para sentirnos vivos y vivir apasionadamente la Fraternidad.
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